La exposición fue presentada por el alcalde Ángel Vega, quien insistió en que mejorar la movilidad y la accesibilidad en todo el municipio, y en la Puebla Vieja, “es una prioridad” de su acción de Gobierno. Junto a él comparecieron el primer teniente de alcalde, Ramón Arenas, y el responsable de la ingeniería Arcain, Pedro María Sacristán. Los dos últimos se repartieron un tiempo de hora y media para exponer las líneas maestras del proyecto. El edil Ramón Arenas explicó que la iniciativa se inserta en la filosofía y voluntad política del alcalde y su equipo por conseguir un Laredo accesible. Con este objetivo, desde comienzo de legislatura se realizó una auditoría a fondo de todas las calles del municipio que arrojó un balance de 2300 incidencias en vía pública pendientes de acometer. “Las baldosas sueltas, rotas o movidas, los bordillos en mal estado o los pasos de cebra sin rebajar son auténticas barreras arquitectónicas”, explicó. El siguiente paso fue poner en marcha los proyectos “Laredo Municipio Acesible” que en 2012, 2013 y 2014 han ido paliando el problema. En concreto, a fecha de 1 de septiembre se llevaban ejecutadas 1.004 actuaciones, además de haber solucionado la adecuación a la normativa de accesibilidad de 126 pasos de cebra. Esta misma semana se ha iniciado una segunda fase, que se prolongará hasta el próximo mes de marzo. En este contexto, Arenas enmarcó la actuación que se pretende llevar adelante en la Puebla Vieja. “Ya la teníamos prevista, pero tuvimos que esperar a que a comienzos de 2014 se diera un cambio legislativo para poder emplear el remanente positivo de tesorería para afrontar esta actuación”. A partir de entonces se encargó un estudio en profundidad sobre la situación actual de accesos ala Puebla Vieja y las posibles alternativas para afrontar una mejora en su accesibilidad.

El edil recalcó que en todas las soluciones barajadas ha sido imprescindible el respeto escrupuloso por los elementos del patrimonio, tal y como dispone la ley al tratarse de un Conjunto Patrimonial Histórico-Artístico. Desde esta premisa destacó que, “garantizando un escrupuloso respeto al patrimonio, nos encantan las piedras pero por encima de ellas están las personas”.Por su parte, el responsable de Arcain explicó que la prioridad con la que han trabajado a la hora de proponer las soluciones ha sido “mejorar la movilidad y la accesibilidad para el mayor número de personas residentes en la Puebla Vieja y para quienes acceden a ella”. De esta forma, tras exponer sobre un plano las pendientes existentes en las distintas rúas del casco histórico, entró a detallar los aspectos técnicos a favor y en contra de las distintas opciones. Finalmente desarrolló las dos actuaciones aprobadas. De un lado, el ascensor en la plaza de la Constitución; y de otro, las dos rampas rodantes en la Cuesta del Infierno y en el Merenillo que desembocan en un ascensor para acceder a la trasera de la iglesia y del cementerio.

En el turno de ruegos y preguntas se sucedieron intervenciones de apoyo al proyecto y otras críticas con la actuación y se volvieron a confrontar distintas alternativas que, con criterios exclusivamente técnicos, fueron descartadas por el ponente. Así, se estableció la inviabilidad de accesos por San Marcial, Santa María o Callejilla, por cuestiones como la estrechez del paso en Revellón, los vados a respetar o las pendientes a resolver. Del mismo modo, alternativas como la sugerida desde el final de la calle del Paseo hasta Merenillo,se descartaron por formar parte de una Unidad de Ejecución pendiente de desarrollar por su complejidad, además de que por cuestiones de pendientes tampoco se adaptaría a lo que exige la ley.